La agradable sorpresa se está convirtiendo en triste decepción. Por exceso. Es decir, por repetición y por abuso. Y es que lo que parecía un programa original, con el paso de los programas, de los resúmenes, de los refritos, de la acumulación de porquería, comienza a aburrir. Hablo de 'Sé lo que hicisteis', bandera de
Al principio la fórmula parecía correcta: vamos a darles de su propia medicina. Ahora suena ventajista: vamos a aprovecharnos de su medicina. Elegir los contenidos más duros, repetir los más sangrantes, equivale a aumentar las audiencias, qué duda cabe, pero también a reducir las distancias que separan al vigilante del vigilado. Y es que emitir por enésima vez a una concursante de 'Gran Hermano' menospreciar a un minusválido en el prehistórico 'Crónicas Marcianas' me temo que no aporta nada. Excepto audiencia. 'Sé lo que hicisteis' deja de ser la pesadilla de la telebasura para convertirse en una sutil y sibilina forma de telebasura.
Lo que parecía un programa original, creativo y con futuro, se ha quedado en dos detalles iniciales: una buena idea, mancillada seguramente por la avaricia que provocan las audiencias, y una pareja de interesantes presentadores que ya está pidiendo a gritos un salto cualitativo. 'Sé lo que hicisteis' no está sabiendo adaptarse a las necesidades de un público que necesita alternativas a la mierda, no la mierda con diferente aspecto. Puede que todo fuese un simple golpe de suerte. Y que cuando el programa se ha hecho mayor, y ha perdido la capacidad de sorpresa, se haya quedado en pelotas: no ha sido capaz de crecer de forma inteligente, sin convertirse en un estercolero. Concretamente, en estercolero de esterco.
Por JAVIER PÉREZ DE ALBÉNIZ (SOITU.ES)
Nunca fui muy de la cuerda de Albéniz, pero he de reconocer que este articulo plasma todo mi pensamiento acerca de Sé lo que hicisteis
0 comentarios:
Publicar un comentario