Manu Carreño es el rey de los tópicos

Existe un ejercicio que los periodistas suelen practicar mucho que es el de rellenar sus crónicas utilizando tópicos. Es propio en prensa escrita, donde el número de palabras viene preestablecido. Sin embargo, Manu Carreño ha conseguido trasladarlo a las retransmisiones de partidos de futbol.

Cada vez que le “tocaba” narrar (se turnaba con Carlos Martínez), optaba por dar paso al comentarista Juanma Castaño. Supongo que sería muy importante para él conocer si Luis Aragonés había dado dos pasos hacia delante, o si había optado por quedarse quieto rascándose la cabeza. Carreño estaba obsesionado con dar paso al pie de campo. Yo creo que lo hacía porque es muy amigo de Juanma Castaño y quería darle un poco de bola, pues a decir verdad, Martínez no se acordaba para nada de él, acostumbrado tal vez a su Michel Robinson.

Pero centrémonos en Manu Carreño. Que hoy le toca al chaval. Y digo chaval porque él mismo va de chaval. Bueno pues al “chaval”, cuando le correspondía narrar y veía que el recurso de utilizar el inalámbrico ya estaba agotado, optaba por repetirnos incansablemente el marcador. Ah eso sí, acompañado de prodigiosas frases del tipo “este es el último partido de España”, “si ganamos hoy, somos campeones de Europa” “si marca Alemania [a falta de un minuto] vamos a la prorroga, si marca España ganamos seguro”, y así un sin numero de frases por el estilo, que ni el mismísimo Woody Allen podría superar.

Repetir el marcador no era el único recurso de Carreño. Maestro de rellenar sus minutos televisivos, siempre encontraba buen momento para recordarnos que había muchos aficionados en la plaza “roja” de Colón, o que otros tantos saldrían esa noche a celebrarlo a las calles. Aunque si bien el momento mas apoteósico lo vivimos en las semifinales cuando nos recordó a todos nuestras clases de geografía, recitándonos las diferentes provincias que hay en España. La verdad es que mucho no pudo recordarnos, porque empezó hablando de provincias y acabó mezclándolo con pueblos y comunidades autónomas que desfilaban por su memoria. Eso sí, en un ejercicio de interactividad sin precedentes, pidió ayuda al teleespectador para que con un sms le dijese si se había olvidado alguna comunidad, muy dudoso él de que hubiese completado el mapa nacional.

Pero fue en los últimos de la final cuando acabó por agotar mi paciencia. Justo cuando los alemanes estaban en su última embestida, al “manolo” no se le ocurre decir otra cosa que: “vayan descorchando las botellas de champán”, rectificando al momento, debido al ataque de los alemanes, con un “bueno mejor métanlo en la nevera y esperen para celebrarlo”

Ay Carreño, espero que te den vacaciones, porque le hacen falta a ti... y a mí.

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